Balada para un loco en esta última curda de LA VENTANA

Mano a mano, Como dos extraños, y Cuesta abajo, en Silencio, Fuímos, con el Naipe marcao por la Amargura, a esta Madreselva, esperando Volver por el Caminito del Arrabal Amargo de Mi Buenos Aires querido.
Con la frente marchita, la China hereje va Por el llano, Como abrazando un rencor, De vuelta al bulín, Al bulín de la calle Ayacucho, con las Culpas ajenas, por el Tatuaje de la Francesita, y El pibe, El gachó gris, lleva sus Cartas Viejas con Garabatos de mujer, Gimiendo... Esta noche me emborracho, Oh! penas mías... y Cuando tú no estés pillo La última curda en Tu vieja ventana soñando estar A media luz y decirte que El día que me quieras, Gricel, en la Lejana tierra mía, El yuyo verde, se oirà como Melodía de arrabal.
Tango de ayer, tango de lengue, Quién hubiera dicho que Cada vez que me recuerdes, Silbando, Corazones perversos, Los cosos de al lao cantan Las cuarenta en el Barrio reo.
Me da pena confesarlo, Al mundo le falta un tornillo pero a mí, alguno más. 
Perdonen este atrevimiento de querer construir frases y párrafo sin demasiado sentido, a base de títulos de tangos. 
Ha querido ser un pequeño homenaje a lo mucho que han hecho por esta música, mis amigos Mónica y Roberto en su acogedor bar La Ventana, y a los muchos artistas que por el han pasado en este tiempo y nos han deleitado con su voz, su entusiasmo y todo su arte.